martes, 3 de agosto de 2010

Un viaje cotidiano


Todos los días me veo obligada a viajar en el transporte público, y claro, soportar las malas caras de los choferes cuando les muestro el pase y que me caguen con el pasaje, las tarifas que se vuelven cada día más usureras, el mal olor, los flaites, las viejas guatonas, los cabros chicos llorando, la espera interminable en cada paradero, dar el asiento, etc. Pues debo admitir que me es muy cómodo viajar en los asientos sola, siempre intento que no se sienten a mí lado, odio el contacto físico con gente que no conozco, por lo demás siempre que veo que alguien se sentará a mí lado pongo ese rostro de "te sientas a mí lado y te extirpo los genitales", las micros deberían tener los asientos solos y no compartidos, pues esto mismo me pasa con los colectivos, siempre intentando subirme en el asiento de adelante, así no tengo interacción física con nadie. Por esto mismo, extraño la bicicleta.


1 comentario:

  1. ajajajaj me sucede absolutamente lo mismo, el contacto físico con gente desconocida debería estar penado por ley, a todo esto me encanta la música de tu blog

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La más cabrona

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Con un McBurger, con amor, Heard & McDonald Islands
hola soy la niña stalker del blog de la cons :B http://constonta.wordpress.com