Bien, han pasado miles de cosas en estas dos últimas semanas, entre las pruebas, mis irresponsabilidades y las traiciones...
Esto último si bien pudo causar efecto en mí ser, sólo solté unas pocas lágrimas, pero me creo yegua digna, entonces sólo decidí continuar sin nada más, pretendí revenge, pero qué puedo hacer si el papel de "Qué haces besando a la lisiada" no me resulta, sólo me quedó lo único más sano en el mundo, esperar, y cuando hablo de esperar no me refiero al esperar la "justicia divina", sino de un "no importa, las cosas caen por su propio peso", ya bueno, así fue, como dijo el caballero este (innombrable por supuesto) " no hay mentira que dure para siempre", y la verdá ni sé a qué quiero llegar con esto, sólo quiero decir que igual las cosas cayeron por su propio peso, y es que actualmente esto parece una jungla, me rodeo de caligulas y es una hueá mega inevitable, pero siempre están los buenos amigos, la buena gente que aunque sea te acompaña con un cigarro y una buena conversación sobre cualquier basofia.