De las penas y las depresiones

Estuve planeando durante muchos días como sería mi bienvenida de vacaciones, como estaba en la depresión semanal, teniendo claro el "por qué", pero sin querer reconocerlo, estaba en onda de "Cada temporada que paso sin tu amor, la remplazo con alcohol, yo no se nada del mundo y el mundo no sabe de mí" já! sin querer, pero claro está temporada de ahogar mis penas en el alcohol no podía hacerla sola, necesitaba de compañía y que mejor compañía que la de una caracola, una margo y un séquito de "personajes" femeninos con gustos sexuales hacia su mismo género, y ahí estaba yo, día viernes, sol , playa, rocas, policía y un breve reencuentro con lo que sería beber en lugares "ilícitos" já! que ya extrañaban mi presencia adolescente des enfrenada, ya no era beber con pena, era beber por "recordar viejos tiempos" partiendo desde la mañana y muriendo muy en la tarde, esa compañía femenina tan extraña, que daba matices bizarros, la droga estaba presente junto a ellas, su éxtasis señalaba el hecho de que necesitaban un escape, ya mi participación en los hechos se alejaba poco a poco, me sentía muy ajena a su "real distorsión", me dí cuenta que podía estar ahí, beber, hablar, pero no sentirme parte de ellas, no es el hecho de estar con su droga, con su éxtasis, con su opción o con sus historias, eran el hecho de que mis recuerdos no pertenecían ni a esa droga, ni a ese éxtasis, ni a esa opción, ni a sus historias y mucho menos pertenecían a ellas, me pregunté si realmente quería el viernes, quería sólo relajo y un poco de "antes", sentía que mi depresión no quería terminarla en un ambiente tan ajeno a mí, esperaba deseosa la llamada del ratón chillón, aunque la caracola simplemente no quería dejar que me fuera, caminando muy atrasada a mi encuentro, sí, ya lo había decidido, mi depresión la iba a finalizar en esa casa, la casa de ese ratón, esos recuerdos si me pertenecían, muchos recuerdos, ese ambiente, si era muy familiar, no era con alcohol, no era con drogas, ni rocas, ni sol, solamente con tardes de frío, un guatero y una estúpida conversación.